-
Hago que mi esperanza tome esa forma física
imagen idéntica a la del cuerpo de la amada
la llevo hasta el mas majestuoso de los templos de toda Heliópolis
aquel enclavado en una altísima y rocosa peña costera
en el que por su monumentalidad arquitectónica, su fauna, y por sentido común
sólo podrían celebrarse los más solemnes actos,
por ejemplo,
el Fénix es un ave endémica de estos parajes,
en las plantas que lograron vencer las agrestes condiciones se forjaron sabios y espontáneos bonsais
los más heroicos, floridos y otros, que hasta procrearon fruto
ahí
la belleza del paisaje
poderosas olas que en lontananza se crispan y caen como en cámara lenta
los plenos 360 grados del horizonte en su plena y perfecta circunferencia,
panóptico de Utopía..
atardece,
contemplo.
– “con unos días de anterioridad, (le comenté a mi esperanza)
a sesión extraordinaria fui convocado,
en los campos de las Acacías Argentinas;
mi Emperador se presentó
empuñó su espada
y con un ojo cerrado
alineó cacha y punta al frente de la nariz,
apuntando
señaló, mencionó un nombre
me reveló claramente algo que siempre jugó como mi enemigo
pero que yo entendía como mi aliada y mi inspiración
intenté desoír por que esas verdades presentadas tan crudas duelen
y me desafió:
– “si lo que lo que yace en ese pecho es una fuerza INVENCIBLE”
– “la casta misma de la resiliencia!!”, respondí al Jefe Máximo mientras se acercaba para ofrecerme la mejor de sus armas, me replicó:
– “esas no son solo unas frases acuñadas sobre algún texto pseudopoético,
entenderá ahora (mientras ponía el sable en mis manos)
que
esto corre en tiempo presente puro y continuo.”
contemplo el horizonte y espero,
en los casos más tortuosos al ángel del génesis que detuviera la mano victimaria y le salvara la vida a Isaac de su padre,
otro desenlace,
pero no llega,
lo recuerdo
traje hasta este altar a mi bellísima esperanza por una razón
la sentencia fue dada con anterioridad
hice hasta lo imposible para no perderla
pero fui desafiado y conducido hasta este paraje
nada fácil
esto
va en contra de la naturaleza de mi propio latir,
ese que se hacía promesa en cada centímetro de los kilómetros que recorría
desde la costa hasta los llanos
desde el caribe hasta el pacífico
por usted
por que la amaba
primero inclusive que a todas mis causas más nobles y solitarias
a las que tantas veces puse a un lado para ir detrás de su mirar
pero sepa
que mi paz y mi fuerza van por encima de todo,
en este mismo altar dí nacimiento a sublimes esperanzas
y los maestros advirtieron que al adquirir el poder de crearlas
debería por obligación también aprender el ritual para su aniquilación
ya que hay esperanzas por las que vale la pena dar la vida por que la engrandecen
y otras ilusorias que por la fuerza intentan arrebatártela para reducirla,
la verdadera dificultad estriba en saber diferenciar las primeras de las segundas
pero aún más difícil, encontrar el momento y la fuerza para el sacrificio,
sería difícil y doloroso, pero,
me prometieron, que
mi Emperador y sus batallones sagrados de claridad estarían de mi lado
y podré defraudar una ilusión mía, pero no a ellos
una ilusión a la larga es solo eso
es mas, hay pérdidas que son un auténtico desafío para el alma pero que son una genuina victoria para un hombre al lograr desapegarlas,
ya no hay espera,
sé que es el momento
sin embargo
entre una pulsación cada vez más acelerada
espero
siempre
una señal
(que pareciera del mas allá, pero que es simple)
manifestada a veces por el paso repentino de alguna ráfaga de viento
por una nube que cubrió el sol
la espontánea caída de la hoja de un árbol,
un relámpago distante
ó
el microsegundo fortuito en el que coincidieron
todas las anteriores..
entonces oscurece
en préstamo la espada misma que el Emperador en persona me entregara,
con el Honor que eso implica
soy una decisión muy bien armada
no hubo redoble de tambores
no hay más espera
a una centella remota
le sigue un trueno
la voz más profunda de los dioses
(es la señal)
entonces tampoco espera ni duda
al ser todo certeza
giro a velocidad de combate
desenfundo
y
desde abajo
una diagonal de alta precisión inflinge el corte letal sobre algún punto de su aorta
ya que esa también es la naturaleza de un sable de oro
la de crear eclipses
cataclismos
apocalipsis
es
el momento de rodar los últimos fotogramas de la película de la vida
de esa vida que dejó de serlo
antes que se devore otras tantas vidas y otras tantas esperanzas que desde antes que yo naciera ya eran sagradas
difícil, claro
lo único que queda en el aire es el eco producido por el zumbido del movimiento para el sacrificio
difícil, claro
es un momento durísimo,
de escarlata, bermellón,
vacío
entienda
la expulsión es el pago que equilibra la balanza del perdón
POR QUE EN ESA VENA ABIERTA SE ABRE EL PORTAL POR DONDE LA DESTIERRO DE PLATONIA
cuando en la realidad material se liquida una duda, sobre Heliópolis inicia una lluvia,
y llueve,
el mar se torna bravío
y truena
con las manos temblando
envaino,
ya es tarde
no es esta la cobarde cortadita del que busca chantajista amenaza ó miserable coacción
esto es definitivo como todo lo que es eterno
la grieta de roca enorme, se hace rajadura de montaña y luego abismal cañón de profundidad insondable
y aunque se alcance a escurrir el vacío del que quiere detener y devolver el tiempo
el segundo es de imposible alcance
tiquete sin fecha de regreso,
hasta el otro mundo
proscripta y deportada.
Díganme,
¿quien de los mortales ó miembros del sagrado concejo supremo tiene el poder de devolver el tiempo?
la pregunta del millón en el Olimpo!
SIN RESPUESTA
ni los dioses la conocen
y aunque la supieran
sería esta la ocasión para demostrar la fuerza suficiente para sobreponerme al humano y caprichoso deseo, tampoco podría buscarla
más fácil es aceptar el continuar sufriendo que el desafío de acabar la pena de un tajo, y
yo no soy ningún cobarde,
anticipé en las Acacías que la luz de esa mirada se desvanecería
como ahora ocurre,
se extingue, aún
no con la velocidad de una vela soplada
sino más bien con la del avión que parte y se hace un punto lejano y fino llevando adentro a alguien que en algún rincón del alma no quiere ir
ó con la prisa ó mas bien la lentitud con la que se diluye un gigantesco y pesado arrepentimiento
porque hasta eso termina atravesándose
y aunque sean estos los últimos instantes de esos ojos con vida
de esos que en otrora por preciosidad causaran sismos de tragedia
no hay marcha atrás,
los textos sagrados son reiterativos en que la sobrehumanidad se abre camino al renunciar justamente a esas cosas que un hombre corriente persigue con avidez,
en los últimos tiempos tuve la oportunidad de desplegar innumerables batallas, diarias, muchas
forzado las traduje
como siempre,
a desafío
quise ganarlas todas
pero esta vez encontré que el valor dependía no de la victoria en ellas sino de mi capacidad para seleccionarlas,
era cierto, tan cierto,
no podía ganarlas todas
pese a haber sido el afortunado que ha conseguido casi todo lo que ha querido
la más grande hazaña de un espíritu humano, más grande a veces que el triunfo mismo y sus tesoros
algunas veces consiste en una silenciosísima retirada
no por que sea una renuncia, todo lo contrario
es más, esta ocasión fué especial
en este caso, iba con tanto impulso que podría ser más difícil inclusive el provocar la derrota que el conseguir cualquier otro resultado
el armamento que despliega mi alma bajo el influjo de un apasionamiento
lleva muchas veces
una fuerza que excede la de mis propias manos
por lo tanto sería ocasión para que fuese casi imposible vencerme a mí mismo,
entiendo mi error al sobredimensionar una esperanza a la que le dí posibilidad y acceso hasta Platonia
dí lucha en donde hasta la vida misma fué jugada,
y tal esfuerzo estoy seguro hubiese dado el mejor de los frutos, ó al menos uno que yo deseara
pero no fué acá
no es momento de indagar las causas, la lección está servida
partiré con la tranquilidad de haber dejado la facultad del guerrero explícita
ahora la batalla es otra y más ardua
si la inteligencia es lo que ha de primar,
esta depende entonces no de un triunfo absoluto en un campo sino mas bien de la capacidad para seleccionar las batallas,
y comprendo que replegar los ejércitos del corazón es también un arte
entonces un fénix me ofrece una pirueta majestuosa en el aire
confirmo que no es un error!
¿qué es el partir en dos el recordar con cariño a quien no tiene inconveniente en hacerte daño?
mi emperador hablaba con la verdad,
¿que es eso sino una inmensísima victoria?
entre la congoja por mi “pérdida”
exijo potestad total sobre mi voluntad
se me concede,
soberanía absoluta sobre mi poder aunque estuviese mermado
conferida
fortaleza en el alma y en mi cuerpo por favor
TRIPLICADA
sea entonces la liberación!!
Dueño y Señor de todos los territorios pisados por el cardionauta
dejo firmada en Brasil,
la declaración de independencia de mi corazón.
que se detone la fiesta, que inicie el carnaval!
mi facultad no depende de nadie, excepto de mi claridad
He aquí mi inspiración intacta!
He aquí mi inspiración invicta!
regreso a terminar el caballo galopante al óleo
a perfeccionar unos acordes pendientes
por el rugir de una Libertad que casi dejo abandonada en Colombia ó en el peor de los casos mal vendida por satisfacer un afán que nunca existió
por un amar de otra persona que se alcanzó a dirigir hacia mi a pesar de la inútil espera que la esperaba
FUERA DE HELIÓPOLIS!!!
y de un movimiento de mi mano
nace una revolución,
Violeta
Morada
se quiebran las promesas ad aeternum
por que para eso sirve también este sable dorado de tan radical y agudo filo que
en otro entonces fuese ofrecido incondicionalmente para protegerla
y ahora entenderá
que hay cosas con las que no se juega
que existen voluntades más fuertes que el más puro diamante
de la saudade
las lunas llenas en Rio
se volverán antena fortuita de mensajes telepáticos dirigidos a cualquier otro lugar
pero no más a ud
ni un renglón
ni una letra
ni el inicio de un suspiro
nada
el horizonte se deforma en una curva ascendente,
una gigantesca ola alcanzará este lugar para lastrar tus restos del templo hasta el naufragio ó a los fríos abismos oceanicos
tsunamí de olvido
resistir,
amanece
ahora
es
el
momento
de la fuerza más noble posible
de una verdadera paz
de cerrar el capítulo e ir más en grande,
de empuñar mi vida y mis sueños
reciba mi más generoso silencio,
por siempre
las canciones (que en realidad son himnos) perturbarán el aire de forma distinta
y duele,
sería por orgullo si dijera que no
ó aparentara otra cosa
pero duele,
como el corte que hace de un cuerpo dos
como una sentencia de muerte adorando la vida
como el avión que despega sin espera alguna ni un porqué
pero amar también es saber
partir.
Share this on: Twitter • Google+ • Facebook